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El 5 de octubre, la Instituto Auschwitz para la Prevención del Genocidio y las Atrocidades Masivas (AIPG) se une con orgullo a la comunidad mundial para conmemorar el Día Mundial de los Docentes, reafirmando nuestro compromiso de apoyar, honrar y defender a los profesionales de la educación en todo el mundo. Los docentes son la piedra angular de la educación transformadora, al forjar no sólo el futuro de las personas sino también el de sociedades enteras mediante sus esfuerzos por fomentar la inclusión, el diálogo y la paz.
Sin embargo, esta labor crucial sigue enfrentándose a retos sin precedentes. Los educadores se desenvuelven en entornos agobiados por una excesiva carga de trabajo y crecientes problemas de salud mental, al tiempo que se enfrentan al aumento de la retórica discriminatoria y violenta en las aulas. Además, los intentos de censurar los debates sobre cuestiones críticas como los derechos humanos, la equidad y la inclusión socavan aún más sus esfuerzos. Estos retos ponen en peligro la capacidad de los profesores para crear entornos seguros, respetuosos e integradores, esenciales para el éxito de los alumnos y el bienestar de la sociedad.
A través de su Programa Warren de Políticas Educativas (WEPP), la AIPG ha colaborado estrechamente con educadores para desarrollar intervenciones que hagan frente directamente a estas amenazas. En Brasil, el Ciudadanía y Democracia en la Escuela ha formado a unos 5.300 profesores y ha llegado a unos 159.000 alumnos a través de asociaciones con 17 de las 27 Secretarías de Educación de todo el país. Un grupo de trabajo del gobierno federal dedicado a estudiar métodos para contrarrestar la incitación al odio reconoció las prácticas del programa como modelo para los esfuerzos de intervención. Además, en respuesta al aumento de ataques violentos en las escuelas brasileñas, el Ministerio de Educación solicitó la ayuda de AIPG para desarrollar una estrategia integral. Posteriormente, la AIPG firmó un acuerdo con el Ministerio para ampliar la iniciativa a todo el país, con planes para formar hasta 500.000 profesores al año.
En enero de 2024, basándose en el éxito de estas iniciativas, la AIPG lanzó el programa Educación para la Democracia en Bosnia y Herzegovina en colaboración con el Centro para la Consolidación de la Paz (CIM), financiado por la Fundación Sueca de Lotería Postal. Esta iniciativa aplica el enfoque del WEPP para fomentar el diálogo y la tolerancia entre los jóvenes de la ciudad bosnia de Sanski Most, proporcionando a los educadores locales recursos para luchar contra la incitación al odio y la discriminación, y promover la coexistencia democrática pacífica.
Los cimientos de esta labor se sentaron mediante talleres de consulta celebrados en mayo de 2024, que reunieron a un grupo diverso de partes interesadas, incluidos educadores, estudiantes y organizaciones de la sociedad civil. Estas sesiones, en las que también participó un representante del Ministerio de Educación local, garantizaron que la intervención abordara las realidades y perspectivas locales. Los participantes compartieron sus opiniones sobre los problemas más acuciantes a los que se enfrenta el sistema educativo de Bosnia y Herzegovina, lo que permitió desarrollar una metodología localmente pertinente y eficaz para promover los valores democráticos.
Los educadores que participaron en el proceso de consulta subrayaron la importancia de esta iniciativa. Un profesor comentó: " Es un primer paso muy bueno hacia el cambio" . Del mismo modo, otro compartió: "Creo que cada minuto que he pasado asistiendo a esta reunión ha sido bien empleado, y habéis iniciado un gran cambio en el sistema educativo del país". Los profesores también expresaron su esperanza en el futuro: "Espero que juntos podamos mejorar el estado del sistema educativo en Bosnia y Herzegovina, resolviendo los conflictos mediante el diálogo, la educación sobre la democracia y los derechos humanos, y mejorando la educación en general."
En este Día Mundial de los Docentes, la AIPG se solidariza con los educadores de todo el mundo. Mantenemos nuestro compromiso de centrar las voces locales en la configuración de las intervenciones educativas y empoderar a los educadores para que doten a los estudiantes de las herramientas que necesitan para desafiar el odio y construir sociedades inclusivas y resilientes.