Personas
Protagonistas en la prevención

Francisco Celso Leitão Freitas

Francisco Celso Leitão Freitas is a history teacher and the Pedagogical Director of the Respect and Attitude Association (AREA, for its initials in Portuguese) in Brazil. A a cultural producer and specialist in inclusive education, he is the creator of, and collaborator on, many educational and cultural projects aimed at empowering Black, poor, and marginalized youth in Brazil’s Federal District. The impact of his pedagogical-cultural interventions has been recognized through a series of prizes, including the HIP HOP ZUMBI Award (2011 and 2012), the IFÁ AJE Award (2012), the Culture and Citizenship Award (2016) and the UNICEF Itaú Award (2017 and 2018). Additionally, in 2020, Francisco Celso won the Seal for Innovative Practices in Federal District Public Schools and found himself among 50 finalists for the Global Teacher Prize, taking on the role of ambassador for the Varkey Foundation in Brazil. Following his participation in a training organized by AIPG’s Educational Policies Program, the Secretary of Education of Brazil, and the Federal Ombudsperson’s Office in March of 2019, Francisco Celso collaborated with his colleagues on the development of the Citizenship and Democracy in School project with 25 students of the Socioeducational Unit of Santa Maria.

Francisco Celso Leitão Freitas es profesor de historia y director pedagógico de la Associação Respeito e Atitude (AREA) en Brasil. Especialista en educación inclusiva y productor cultural, Francisco es creador y colaborador de varios proyectos educativos y culturales destinados a empoderar a los jóvenes negros, pobres y periféricos en el Distrito Federal – Brasil.  El impacto de sus intervenciones pedagógico-culturales fue reconocido en una seria de premios, incluyendo el Premio HIP HOP ZUMBI (2011 y 2012), el Premio IFÁ AJE (2012), el Premio de Cultura y Ciudadanía (2016) y el Premio Itaú Unicef ​​(2017 y 2018). Además, en 2020, Francisco Celso ganó el Sello de Prácticas Innovadoras en las Escuelas Públicas del Distrito Federal y se encuentra entre los 50 finalistas del Premio Global Teacher Prize, convirtiéndose así en embajador de la Fundación Varkey en Brasil. Después de participar en la capacitación organizada por el programa de Política Educativa del Instituto Auschwitz, la Secretaría de Educación de Brasilia y la Procuradoría Federal de los Derechos de los Ciudadanos de Brasil en marzo de 2019, Francisco Celso fue responsable junto con sus colegas de desarrollar el proyecto Ciudadanía y democracia desde la escuela con 25 alumnas de la Unidad Socioeducativa de Santa María.

Francisco Celso Leitão Freitas é professor de história e diretor pedagógico da Associação Respeito e Atitude- AREA. Especialista em educação inclusiva e produtor cultural, é idealizador e colaborador de diversos projetos pedagógico e culturais voltados ao empoderamento da juventude preta, pobre e periférica do Distrito Federal em Brasil. A eficácia de suas intervenções pedagógico-culturais promoveu um processo de reconhecimento por meio de premiações como o Prêmio HIP HOP ZUMBI (2011 e 2012), Prêmio IFÁ AJE (2012), Prêmio Cultura e Cidadania (2016), Prêmio Itaú Unicef (2017 e 2018), e em 2020 conquistou o Selo de Práticas Inovadoras nas Escolas públicas do Distrito Federal e está entre os 50 finalistas do Prêmio Global Teacher Prize, tornando-se, assim, embaixador da Varkey Foundation no Brasil. Após ter participado da formação de professores/as organizado pelo Programa de Políticas Educacionais do Instituto Auschwitz, a Secretaria de Educação de Brasília e Procuradoria Federal dos Direitos dos Cidadãos de Brazil em março de 2019, Francisco Celso foi responsável junto com seus colegas por desenvolver o projeto Cidadania e Democracia desde a Escola com 25 estudantes meninas da Unidade Socioeducativa Santa Maria.

Personas
Entrevista

¿Cómo comienza su trabajo en el ámbito de la socioeducación? ¿Quién y/o qué le inspira a continuar este trabajo?

Soy profesora de Historia y formo parte del cuerpo docente del Distrito Federal de Brasilia desde 2008. Siempre he trabajado en escuelas expuestas a una gran vulnerabilidad social, situadas en regiones periféricas de Brasilia. Me gusta dar clases a niños de la clase trabajadora porque soy uno de ellos, por lo tanto me identifico con ellos y creo en ellos. Mis actividades pedagógicas siempre se han centrado en los valores de la cultura de paz y los derechos humanos. Utilizo diversos lenguajes artísticos, especialmente el RAP, como herramienta. Mi interés por estos temas me llevó a trabajar como Coordinadora del Centro de Atención Étnico-Racial de la Dirección de Atención a la Diversidad de la Secretaría de Educación Básica del Distrito Federal en 2013 y 2014. Durante este período, tuve mi primer contacto con el sistema socioeducativo cuando fui invitada a organizar una actividad de formación con el grupo de profesores de la Unidad de Internamiento Recanto das Emas. Me di cuenta entonces de que los adolescentes de allí constituyen un grupo extremadamente vulnerable, que necesita atención, afecto y empatía. Fue entonces cuando decidí asumir el reto de trabajar en el sistema socioeducativo y, desde 2015, soy educadora en la Unidad de Internamiento Santa María, donde imparto clases de historia y desarrollo el Proyecto RAP (Resocialización, Autonomía y Protagonismo). Lo que me inspira a seguir trabajando en el sistema socioeducativo es ver cómo, a través del Proyecto RAP, los egresados del sistema -que se han convertido en miembros de la escena hip hop del Distrito Federal- están colaborando para avanzar en el proceso de resocialización. Esto se está haciendo escribiendo cartas y participando en fiestas, batallas de rimas, slams de poesía, seminarios y campañas publicitarias.

¿Cómo y por qué comenzó su inquietud por aportar nuevas formas de trabajar con los jóvenes? ¿Qué caminos ha explorado? Háblenos un poco de sus proyectos.

Además de profesora de historia, soy productora cultural y siempre he utilizado diversos lenguajes artísticos como herramienta pedagógica, en el entendimiento de que el arte puede tocar las mentes y los corazones de las personas mucho más allá de lo que lo hace un discurso elocuente. Cuando empecé a trabajar en el sistema socioeducativo, me di cuenta de que los jóvenes no se veían a sí mismos en las historias contenidas en los libros de texto, sino que se identificaban con las historias narradas en las letras de rap. A partir de ahí, empecé a utilizar el rap como pretexto para enmarcar la discusión sobre los derechos humanos, la diversidad y la sustentabilidad del currículo de educación básica en el Distrito Federal. Esto permitió que los contenidos de mi componente curricular, la historia, se volvieran trascendentes. De aquí nació el Proyecto RAP. El nombre del proyecto pedagógico/cultural, RAP, alude al género musical (ritmo y poesía) y utiliza la musicalidad y la poesía del rap como una herramienta pedagógica y emancipadora que puede promover los valores de una cultura de paz y derechos humanos, dados sus antecedentes históricos. Desde 2015, el proyecto ha facilitado el trabajo con adolescentes que no tienen libertad y anteriormente carecían de acceso a un programa socioeducativo en la Unidad de Internamiento Santa María, donde el 80% de los estudiantes se identifican como negros y el 100% residen en el Distrito Federal y las regiones circundantes. Nuestra propuesta con el proyecto es reducir las causas de la exclusión, reforzando la transformación de los jóvenes a través del arte y la cultura. Además del RAP, promovemos otras actividades. Basados en los valores de la cultura hip hop, los alumnos dialogan con diversos lenguajes artísticos como el cine, el teatro, la poesía o la literatura de pueblos marginados, entre otros, a través de actividades como: Sarau Dá a Voz, Roda de Conversa "Abre a Roda", Cine Debate "RacioCine" e o Festival de Música "No Ritmo da Socioeducação". El carácter lingüístico marginal-periférico del rap, como parte de la cultura urbana y, especialmente, de la cultura hip hop, muy presente en la vida de los adolescentes de acuerdo con los métodos socioeducativos, hizo que resultara más atractivo para los alumnos. Al asociar este lenguaje a otros contenidos significativos, el proyecto ha contribuido a fomentar el pensamiento crítico de los jóvenes en relación con la realidad que viven y a estimular la creación de estrategias para afrontar las dificultades relacionadas con las condiciones de vulnerabilidad social en las que muchos se encuentran. Entre los resultados más visibles se encuentran el aprender a escribir mejor, a expresarse de forma más eficaz -oral y físicamente-, así como el aumento de la capacidad de argumentación de los estudiantes y de su nivel de autoestima. Estas mejoras reflejan los objetivos del diálogo general, centrado en la cultura de la paz y los derechos humanos, que trazamos para orientar el programa. En 2017, el proyecto ganó la categoría local del Premio Itaú UNICEF. Al año siguiente ganó las etapas local, regional y nacional del mismo premio. En 2019, el videoclip "18 Razones (para no reducir la edad de responsabilidad penal)", protagonizado exclusivamente por los socioeducadores participantes en el proyecto, se proyectó en el Cine Brasília durante el 52º Festival de Cine Brasileño. Además, el documental "Egressos" ("Graduados") se llevó el premio a la Mejor Película del Jurado Técnico, Mejor Película del Jurado Popular, Mejor Fotografía y Mejor Banda Sonora en la VI Mostra Cine Braza. En 2020, recibimos el Sello de Prácticas Innovadoras en la Enseñanza Pública en el Distrito Federal y fui elegido uno de los 50 finalistas del Global Teacher Prize (considerado el "Premio Nobel de la Educación"), al tiempo que me convertí en uno de los embajadores de la Fundación Varkey en Brasil.

Pensando en términos más generales, ¿cómo cree que su trabajo y el campo de la educación contribuyen a la prevención del genocidio y las atrocidades masivas?

A lo largo de la historia, las escaladas de violencia, incluidos los genocidios y otras atrocidades, vienen precedidas de la violación de derechos básicos. En este sentido, la educación representa una pieza fundamental para afrontar y prevenir la violencia. En Brasil, el genocidio y el encarcelamiento de jóvenes es continuo, especialmente de jóvenes negros, pobres y de la periferia. Según datos del Instituto de Investigación Aplicada representados en el Atlas de la Violencia 2019, 35.783 jóvenes fueron asesinados en Brasil en 2017. Esta cifra representa una tasa de 69,9 homicidios por cada 100.000 jóvenes en el país, una tasa récord en los últimos diez años. Los homicidios fueron la causa del 51,8% de las muertes entre jóvenes de 15 a 19 años; del 49,4% para personas de 20 a 24 años; y del 38,6% de las muertes entre jóvenes de 25 a 29 años. Esto convierte a los homicidios en la principal causa de muerte entre los jóvenes brasileños en 2017. Además, según el IPEA, el 75,5% de las víctimas de homicidio eran individuos negros. En cuanto al encarcelamiento, según datos del proyecto Sistema Penitenciario en Números del Consejo Nacional del Ministerio Público, Brasil es el tercer país con mayor población encarcelada, con más de 700.000 detenidos. Entre ellos, el 61,7% son negros o morenos. Es importante recordar que el 53,63% de la población brasileña se considera parte de este grupo. Los blancos, a la inversa, representan el 37,22% de los presos, mientras que representan el 45,48% de la población total. Además, según el Departamento Penitenciario Nacional, en 20014, el 75% de las personas encarceladas sólo habían completado la escuela primaria, una cifra que se correlaciona con las comunidades de bajos ingresos. En el sistema socioeducativo, no es diferente. Una gran mayoría de los estudiantes son negros, pobres y/o periféricos y tienen bajos niveles de acceso y rendimiento académico. Por ello, entendemos que para hacer frente a este genocidio y a este encarcelamiento de jóvenes, especialmente negros, pobres y periféricos, necesitamos acciones locales con efectos globales y acciones globales con efectos locales. El proyecto RAP es una forma de acción local que tiene un público específico. Sin embargo, sus efectos son globales y su metodología puede reproducirse en otros contextos.

En su opinión, ¿qué proyectos o acciones han tenido especial éxito a la hora de responder a los retos a los que usted y sus alumnos se enfrentan? ¿Qué acciones o políticas públicas podrían apoyar mejor iniciativas como éstas?

En el sistema socioeducativo, las acciones más eficaces son las que parten de la realidad de los educandos y valoran sus conocimientos previamente adquiridos, sus alfabetizaciones y sus formas de ser, actuar, pensar y expresarse. Los enfoques tradicionales, cuando se aplican al sistema socioeducativo, están destinados al fracaso, ya que los participantes no salen de las escuelas tradicionales habiéndose preparado para las especificidades de este contexto. Otra gran particularidad del sistema socioeducativo es la rotación. Una clase que imparta hoy no será la misma la semana que viene. Por lo tanto, tenemos que planificar clases que sean significativas para los alumnos en el momento de impartirlas, ya que es posible que la continuidad se haga imposible. En mi opinión, el principal defecto del sistema socioeducativo es la falta de una política pública eficaz de seguimiento de los graduados. Cuando están siguiendo el método socioeducativo y asisten a clases en el Centro de Enseñanza, los profesores logramos ganar muchos corazones y mentes y colaborar con su proceso de resocialización. Sin embargo, cuando terminan, vuelven al mismo ciclo de violencia y violación de derechos que es difícil de romper. Para conocer un poco más sobre las iniciativas pedagógicas culturales del Proyecto RAP, visite nuestras páginas en las redes sociales: Instagram Twitter Facebook YouTube AreaDF.com Spotify Deezer

¿Cómo comenzó su trabajo educativo en el área de la socioeducación? ¿Quién y/o qué le inspira a continuar con ese trabajo?

Soy profesor de Historia y formo parte del personal docente de Brasilia, Distrito Federal desde 2008. Siempre he trabajado en escuelas de gran vulnerabilidad social ubicadas en regiones periféricas de Brasilia. Me gusta dar clases a los hijos e hijas de la clase trabajadora, porque yo soy uno de ellos y ellas, me identifico con ellos y ellas y creo en ellos y ellas. Mi actuación pedagógica siempre se ha enfocado en los valores de la cultura de paz y los derechos humanos, utilizando los diversos lenguajes artísticos, especialmente el RAP, como herramienta.

Mis intereses en estos temas me llevaron a trabajar como coordinador del Centro de Asistencia a la Diversidad Étnico-racial de la Coordinación de Educación en Diversidad de la Secretaría de Educación Básica del Distrito Federal durante los años 2013 y 2014. Durante este período tuve mi primer contacto con el sistema socioeducativo, cuando me invitaron a realizar una actividad de formación con el grupo de docentes de la unidad de internación de Recanto das Emas en Brasilia. En seguida me di cuenta de que los adolescentes de aquel lugar constituían un grupo de extrema vulnerabilidad, que necesitaba más atención, afecto y empatía. Fue entonces que decidí asumir el desafío de trabajar en el sistema socioeducativo y, desde 2015, soy docente en la Unidad de Internamiento Santa María / DF - UISM - donde doy clases de historia y desarrollo el Proyecto RAP (Resocialización, Autonomía y Protagonismo).

Lo que me inspira a seguir trabajando en el sistema socioeducativo es ver cómo, a través del Proyecto RAP, estamos colaborando en el proceso de resocialización algunos graduados del sistema socioeducativo, que hoy hacen parte de la escena del HIP HOP en el Distrito Federal, componiendo sus letras y participando en Saraos, Batallas de Rima, Slam's de Poesía, seminarios, y campañas publicitarias.

En su trabajo, ¿cómo y por qué comenzó a preocuparse por traer nuevas formas de trabajar con los jóvenes? ¿Qué caminos decidió explorar? Puede explicar un poco sobre sus proyectos.

Además de ser profesor de Historia, soy productor cultural y siempre he utilizado diversos lenguajes artísticos como herramienta pedagógica, ya que entiendo que el arte consigue tocar las mentes y los corazones de las personas más allá de lo que lo hace cualquier discurso elocuente.

Cuando comencé a trabajar en el sistema socioeducativo, me di cuenta de que los jóvenes no se reconocían en las historias contadas en los libros de texto, pero que si se identificaban con las historias narradas en las letras de RAP. A partir de entonces, comencé a usar el RAP como pretexto para plantear un debate en torno al eje de Derechos Humanos, Diversidad y Sostenibilidad del Currículum de Educación Básica en el Distrito Federal, transversalizando los contenidos de mi componente curricular, que es la Historia. De ahí surgió el Proyecto RAP.

El Proyecto Pedagógico / Cultura titulado RAP- (Resocialización, Autonomía y Protagonismo) en alusión al género musical RAP, que significa Ritmo y Poesía - utiliza la musicalidad y la poesía del RAP como herramienta emancipadora, pedagógica y capaz de promover los valores de la cultura de paz y derechos humanos con su trasfondo histórico. Desde 2015, el proyecto ha servido para trabajar con adolescentes en privación de libertad y régimen de socioeducación, en la Unidad de Internación Santa Maria, donde el 80% de los estudiantes se declara negros y el 100% son residentes de las regiones periféricas del Distrito Federal y sus alrededores.

Nuestra propuesta con el proyecto es contribuir a reducir las causas de exclusión, haciendo que los y las jóvenes potencialicen su transformación a través del arte y la cultura. Además de RAP, promovemos otras actividades que, basadas en los valores de la cultura Hip Hop, dialogan con varios lenguajes artísticos como el cine, el teatro, la poesía, o la literatura marginal, entre otros, a través de las actividades como el Sarau Dá a Voz, el diálogo "Abre a Roda", Cine Debate "RacioCine" y el festival de música "No Ritmo da Socieducação"

El lenguaje marginal-periférico del RAP, como parte de la cultura urbana y, especialmente, la cultura Hip Hop, que está muy presente en la vida de los adolescentes en cumplimiento de medidas socioeducativas, resultó ser muy atractivo para los estudiantes. Al asociar este lenguaje con otros contenidos significativos, el proyecto ayuda a fomentar el pensamiento crítico entre los jóvenes sobre la realidad que experimentan y estimula en la creación de estrategias para enfrentar las dificultades relacionadas las condiciones de vulnerabilidad social en la que muchos de ellos se encuentran.

Aprender a escribir mejor, a expresarse oral y corporalmente, el aumento del poder de argumentación y la autoestima, fueron los resultados más evidentes y ese diálogo con los valores de la cultura de paz y derechos Humanos que fueron los ejes rectores de los objetivos que nos propusimos.

En 2017, el proyecto ganó la etapa local del Premio Itaú Unicef, y en 2018 año siguiente fue premiado en las etapas locales, regionales y nacionales del mismo premio. En 2019, el videoclip "18 Razones (para no reducir la edad de responsabilidad penal)", protagonizado en su totalidad por los jóvenes atendidos por el proyecto, se mostró en el Cine Brasilia durante el 52º Festival Brasileño de Cine Brasileño y el documental "Egressos" (En libertad) recibió los premios de mejor película del jurado técnico, mejor película del jurado popular, mejor fotografía y mejor banda sonora en la VI Mostra Cine Braza. En 2020, recibimos el Sello de Prácticas Innovadoras en Educación Pública en el Distrito Federal y este año estoy entre los 50 finalistas del Premio Global de Maestros (considerado el "Nobel de Educación").

Pensando en un marco más amplio, ¿cómo ve este trabajo y la educación en general, contribuyendo a la prevención del genocidio y otras atrocidades masivas?

A lo largo de los procesos históricos, en la escalada de violencia, los genocidios y otras atrocidades masivas están precedidos por otras violaciones de los derechos. En este sentido, la educación es una parte fundamental para prevenir y enfrentar esta violencia.

En Brasil, hay en marcha un genocidio y encarcelamiento de jóvenes, especialmente los jóvenes negros pobres y periféricos. Según datos del Instituto de Investigación Aplicada sistematizados en el Atlas de la Violencia 2019, en 2017, 35.783 jóvenes fueron asesinados en Brasil. Esta cifra representa una tasa de 69,9 homicidios por cada 100 mil jóvenes en el país, una tasa récord en los últimos diez años. Los homicidios fueron la causa del 51,8% de las muertes entre los jóvenes de 15 a 19 años; 49,4% para personas de 20 a 24 años; y 38,6% de muertes entre jóvenes de 25 a 29 años. Así, en 2017 los homicidios fueron la principal causa de muerte entre los jóvenes brasileños. Además, según IPEA, el 75,5% de las víctimas de homicidio eran personas negras.

En relación con el sistema permisionario, según datos del Consejo Nacional del Ministerio Público sistematizados en el Proyecto Sistema de Prisiones en Números, Brasil tiene la tercera población carcelaria del mundo con más de 700 mil detenidos. Entre los presos, el 61,7% son negros o pardos. Vale la pena recordar que el 53,63% de la población brasileña tiene esta característica. Por el contrario, los blancos son el 37,22% de los presos, y el 45,48% en la población general. Además, según el Departamento Penitenciario Nacional, en 2014, el 75% de los reclusos sólo ha completado la educación primaria, lo cual es un indicador de bajos ingresos. En el Sistema Socioeducativo no es diferente, hay una gran mayoría de negros, pobres y personas periféricas con baja escolaridad.

Dado esto, entendiendo que, para enfrentar el genocidio y el encarcelamiento de la juventud, especialmente la juventud negra, pobre y periférica, necesitamos acciones locales con efectos globales, y acciones globales con efectos locales. El Proyecto RAP es una acción local, con un público específico, pero sus efectos son globales y su metodología puede replicarse en otros contextos.

En su opinión, ¿qué proyectos o acciones han sido particularmente exitosos para enfrentar los desafíos que enfrentan usted y sus estudiantes? ¿Qué acciones o políticas públicas podrían apoyar mejores iniciativas como éstas?

En el sistema socioeducativo, las acciones más efectivas son aquellas que parten de la realidad de los estudiantes, valorando sus conocimientos previos, sus alfabetizaciones y su forma de ser, actuar, pensar y expresarse. Los enfoques tradicionales en el sistema socioeducativo están condenados al fracaso, de hecho, los socioeducandos no se han adaptado a tales enfoques cuando estudiaban en escuelas regulares.

Otra gran particularidad del sistema socioeducativo es la rotación: los alumnos que tengo hoy no son los mismos que tendré la próxima semana. Los profesores tenemos que planificar clases que sean significativas para los socioeducandos en este momento, porque mañana puede ser que ya no tengamos contacto con ellos.

El principal problema en el sistema socioeducativo, en mi opinión, es la falta de una política pública efectiva para monitorear a los graduados, porque cuando están cumpliendo con la medida socioeducativa y asistiendo a clases en el centro de enseñanza, los profesores conseguimos llegar a muchos de ellos y colaborar con su proceso de re-socialización. Sin embargo, cuando terminan de cumplir la medida socioeducativa, vuelven al mismo ciclo de violencia y violación de derechos que es difícil de romper.

Para obtener más información sobre las acciones pedagógicas culturales del Proyecto RAP, visite nuestras redes sociales:

Instagram
Twitter
Facebook
YouTube
AreaDF.com
Spotify
Deezer

¿Cómo comenzó su trabajo educativo en el ámbito de la educación social? ¿En qué se inspira para seguir trabajando?

Sou professor de História e faço parte do quadro docente do Magistério Público do Distrito Federal desde o ano de 2008. Siempre he trabajado en escuelas de gran vulnerabilidad social situadas en regiones periféricas del Distrito Federal. Gosto de dar aulas para os filhos e filhas da classe trabalhadora, pois sou um deles e delas, me identifico com eles e elas e acredito neles e nelas. Mi acción pedagógica siempre ha estado muy centrada en los valores de la Cultura de Paz y los Derechos Humanos, utilizando como instrumento diversos lenguajes artísticos, en especial el RAP.

La eficacia de estas acciones me permitió trabajar como jefe del Núcleo de Atención a la Diversidad Étnico-Racial de la Coordinación de Educación en Diversidad de la Subsecretaría de Educación Básica del Distrito Federal durante los años 2013 y 2014. Nesse período tive o primeiro contato com o Sistema Socioeducativo quando fui convidado para fazer uma atividade formativa com o grupo de professores da Unidade de Internação do Recanto das Emas. Logo percebiu que naquele local estavam os adolescentes de extrema vulnerabilidade e que mais precisavam de atenção, afeto e empatia. Decidi, a partir de então, assumir o desafio de atuar no Sistema Socioeducativo e, desde 2015, atuo na Unidade de Internação de Santa Maria/DF, onde ministro aulas de História e desenvolvo o premiado Projeto RAP (Ressocialização, Autonomia e Protagonismo).

Lo que me inspira a seguir trabajando en el Sistema Socioeducativo es ver que, por medio del Proyecto RAP, estamos colaborando en el proceso de resocialización de varios egresados del Sistema Socioeducativo que hoy están insertos en la cena del HIP HOP del Distrito Federal, con producciones propias y participando de varias presentaciones en Saraus, Batalhas de Rima, Slam's de Poesia, Seminarios, Simposios, y campañas publicitarias.

En tu trabajo, ¿cómo y por qué te preocupaste por buscar nuevas formas de trabajar con los hombres? ¿Qué caminos decidió explorar? ¿Podría explicarnos un poco sus proyectos?

Além de professor de História, sou produtor cultural e sempre utilizou os diferentes linguagens artísticos como ferramenta pedagógica, pois entendo que o arte toca muito mais as mentes e as corações das pessoas que qualquer discurso elocuente.

Quando comecei a atuar no Sistema Socioeducativo no ano de 2015, percebi que os/as socioeducandos/as não se enxergavam nas histórias contadas nos livros didáticos, mas se viam nas histórias narradas nas letras de RAP. A partir de entonces, pasé a utilizar el RAP como pretexto para levantar el debate a propósito de los temas Derechos Humanos, Diversidad y Sustentabilidad del Currículo en Movimiento de la Educación Básica del Distrito Federal, transversalizando con los contenidos de mi componente curricular que es Historia. De ahí surgió el Proyecto RAP.

El Proyecto Pedagógico/Cultural, titulado RAP - (Ressocialização, Autonomia e Protagonismo) en alusión al género musical RAP, que significa Ritmo y Poesía - se realiza con el propósito de utilizar la musicalidad y la poesía del RAP como herramienta pedagógica emancipadora y capaz de promover los valores de la Cultura de Paz y los Derechos Humanos con sus vinculaciones históricas. O Projeto atende, desde 2015, adolescentes em cumprimento de medida socioeducativa de privação de liberdade, na Unidade de Internação de Santa Maria/DF, onde 80% dos socioeducandos se autodeclaram negros e, 100% são moradores das regiões periféricas do Distrito Federal e Entorno.

Nuestra propuesta con el proyecto es reducir las diversas posibilidades de exclusión, convirtiéndolas en potencializadoras para la transformación por medio del arte y la cultura. Además del RAP, promovemos otras actividades que, partiendo de los valores de la Cultura Hip Hop, dialogan con diversos lenguajes artísticos como el cine, el teatro, la poesía, la literatura marginal, entre otros, a través de estas actividades: Sarau Dá a Voz, Roda de Conversa "Abre a Roda", Cine Debate "RacioCine" e o Festival de Música "No Ritmo da Socioeducação".

La lengua marginal-periférica del RAP, al formar parte de la cultura de la calle y, en especial, de la cultura Hip Hop, que está muy presente en la vida de los adolescentes en el cumplimiento de medidas socioeducativas, resultó bastante atractiva para los educandos que, asociada a conteúdos significativos, fomentou o pensamento crítico a respeito da realidade vivida pelos mesmos e estimulou a criação de estratégias de enfrentamento às dificuldades relativas aos jovens em condição de vulnerabilidade social.

La mejora en la escritura, en las expresiones orales y corporales, el aumento del poder de argumentación y de la autoestima, fueron los resultados más evidentes y que dialogan con los valores de la Cultura de Paz y de los Derechos Humanos que fueron los ejes rectores de los objetivos que perseguimos.

En el año 2017 el proyecto ganó la etapa local del Premio Itaú Unicef, el año siguiente fue campeón de las etapas local, regional y nacional del mismo premio. En 2019 el videoclip "18 Razones (por la no reducción de la mortalidad penal)", protagonizado íntegramente por los socioeducandos atendidos por el proyecto, fue exhibido en el Cine Brasileño durante el 52º Festival de Brasília do Cinema Brasileiro y el documental "Egressos" recibió los premios de Mejor Película del Jurado Técnico, Mejor Película del Jurado Popular, Mejor Fotografía y Mejor Trilogía Sonora en la VI Muestra de Cine Brasileño. En 2020 recibiremos el Selo de Práticas Inovadoras na Educação Pública do Distrito Federal e estou entre os 50 finalistas do Global Teacher Prize (considerado o "Nobel da Educação") tornando-me um dos embaixadores da Varkey Foundation no Brasil.

¿Pensando en el marco más amplio de qué forma ve este trabajo, y la educación en general, contribuyendo a la prevención del genocidio y otras atrocidades en masa?

A lo largo del proceso histórico, en la escalada de las violencias, los genocidios y otras atrocidades son precedidos de otras violaciones de derechos. En este sentido, la educación es una pieza fundamental en la prevención y la lucha contra estas violencias.

En Brasil, está en curso el genocidio y el encarcelamiento de la juventud, en especial la juventud pobre y periférica. De acuerdo con los datos del Instituto de Pesquisa Aplicada sistematizados en el Atlas da Violência de 2019, en 2017, 35.783 jóvenes fueron asesinados en Brasil. Esse número representa uma taxa de 69,9 homicídios por cada 100 mil jovens no país, taxa recorde nos últimos dez anos. Los homicidios fueron la causa del 51,8% de las muertes de jóvenes de 15 a 19 años; del 49,4% de las muertes de personas de 20 a 24 años; y del 38,6% de las muertes de jóvenes de 25 a 29 años; esta cifra convierte a los homicidios en la principal causa de muerte entre los jóvenes brasileños en 2017. Además, según el IPEA, el 75,5% de las víctimas de homicidios eran negros.

En relación con la cárcel, de acuerdo con los datos del Consejo Nacional del Ministerio Público sistematizados en el Proyecto Sistema Penitenciario en Números, Brasil tiene la 3ª población carcelaria del mundo, con más de 700 mil detenidos. Entre los presos, el 61,7% son preventivos o condicionales. Vale la pena recordar que el 53,63% de la población brasileña tiene esta característica. Los blancos, por el contrario, son el 37,22% de los presos, mientras que en la población general son el 45,48%. Y, sin embargo, de acuerdo con el Departamento Penitenciario Nacional, en 2014, el 75% de los encarcelados habían completado la educación básica, un indicador de bajo rendimiento. En el Sistema Socioeducativo no es diferente, hay una gran mayoría de jóvenes, pobres y periféricos con baja escolarización.

Dado el panorama mostrado anteriormente, entendemos que, para enfrentarnos al genocidio y al encarcelamiento de la juventud, en especial la juventud precoz, pobre y periférica, necesitamos acciones locales con efectos globales y acciones globales con efectos locales. El Proyecto RAP es una acción local, con un público específico, pero sus efectos son globales y su metodología puede reproducirse en otros contextos.

En su opinión, ¿qué proyectos o acciones han sido especialmente eficaces para hacer frente a los retos a los que se enfrentan sus estudiantes? ¿Qué acciones o políticas públicas podrían apoyar mejor iniciativas como éstas?

En el Sistema Socioeducativo, las acciones más exitosas son aquellas que parten de la realidad de los/las socioeducandos/as valorando sus conocimientos previos, sus aprendizajes y su forma de ser, actuar, pensar y expresarse. Los enfoques tradicionales en el Sistema Socioeducativo se están desvaneciendo, ya que los/las socioeducandos/as no se adaptaron a estos enfoques cuando estudiaban en las Escuelas Regulares.

Otra gran particularidad del Sistema Socioeducativo es la rotatividad, ya que la clase que has recibido hoy, la semana que viene ya no es la misma, por lo tanto, tenemos que planificar clases que sean significativas para nuestros/as socios/as en cada momento, ya que puede ser que no tengas más contacto con ellos/ellas.

La principal carencia del Sistema Socioeducativo, en mi opinión, es la falta de una política pública eficaz de acompañamiento de los egresados, ya que cuando están cumpliendo una medida socioeducativa y frecuentando las aulas en el Núcleo de Enseñanza, nós professores conseguimos conquistar muitas mentes e corações e colaborar com o processo de ressocialização dos/das mesmos/as. Por lo tanto, cuando ellos/ellas terminan de cumplir la medida socioeducativa, vuelven al mismo ciclo de violencia y violaciones de derechos que es difícil romper.

Para conocer un poco mejor las actividades pedagógicas y culturales del Proyecto RAP, visite nuestras redes sociales:

Instagram
Twitter
Facebook
YouTube
AreaDF.com
Spotify
Deezer